Una de las cuentas de Instagram que más me apasiona es la del productor Rick Rubin. Si entras en ella ahora mismo (@rickrubin) verás como únicamente hay una publicación con una frase sobre un fondo blanco. Mientas escribo esto, la frase que aparece es “Share what excites you” que vendría a decir algo así como que compartas lo que te emociona. Cada 24 horas, aproximadamente, Rick borra la foto y sube otra con otra frase. Me hace gracia pensar en Rick Rubin, uno de los mayores genios de la historia de la música, subiendo fotos a Instagram con sus propias frases desde su mansión de Malibú. Estas “auto-citas” recogen los pensamientos, ideas y consejos inspiracionales, artísticos o profesionales de un hombre único. Y puede, sólo puede, que nunca hayas oído hablar de él.
Si el nombre de Rick Rubin no te dice nada quizás te suenen un poco más algunos de los grupos o artistas con los que ha trabajado: Aerosmith, Red Hot Chili Peppers, Lady Gaga, The Strokes, AC/DC, Johnny Cash, Eminem, Jay-Z, Linkin Park, Ed Sheeran, Kanye West, Slayer, Lana Del Rey… y paro porque creo que ya te haces una idea de la inmensidad de su trabajo, pero la lista es mucho más extensa. Es probable que tu disco, canción o grupo favorito hayan pasado por las manos de Rick Rubin. También es muy probable que ahora mismo te estés preguntando que de dónde sale este tipo. Bien, te cuento.
Lo primero que sabemos de Rick es que estando en su último año de universidad fundó lo que hoy en día es Def Jam Recordings, un sello discográfico propiedad de la todopoderosa Universal que tiene bajo su tutela a artistas como Justin Bieber o Rihanna, casi nada. Creo que Rick no se imaginaba que el sello que había creado para sacar el primer sencillo de Hose, su nuevo grupo de punk, iba a convertirse en semejante gigante de la industria musical. No obstante, Roma no se construyó en dos días, y lo que Rick tenía a principios de los 80 era un multipistas, un grupo de punk que empezaba a sonar en la escena local de Nueva York y un interés latente por todo el movimiento Hip-Hop, algo que resultaría determinante en su carrera.
Lo que también tenía Rick Rubin era amigos, muchos amigos. Fue gracias a un amigo y a la vida nocturna como conoció al promotor y manager Russell Simmons, hermano del fundador de Run-DMC, uno de los grupos más influyentes de la escena hip-hop americana (contactos, más contactos). Rick le comentó su idea sobre Def Jam y Rusell no dudó en unirse a él como socio cofundador. Lo que viene a continuación es una auténtica caza de talentos alrededor del Bronx, Brooklyn, Harlem, Queens, Staten Island y Long Island por parte de los dos socios. El resultado fue conseguir firmar a grupos icónicos que marcaron una época como Public Enemy o los Beastie Boys, para los que el propio Rubin hacía de DJ en sus actuaciones y trabajó como productor en algunas de sus publicaciones. La carrera de nuestro amigo Rubin estaba despegando.
Durante los siguientes años Rubin continuó curtiéndose como productor trabajando con bandas como Aerosmith o Slayer al tiempo que Def Jam seguía creciendo alimentándose de más y más artistas que querían trabajar para la discográfica del momento. Pero todo lo bueno llega a su fin y hacía 1988, Rubin deja Def Jam y Nueva York para mudarse a Los Ángeles y fundar American Recordings (originalmente llamada Def American hasta que a Rubin le dio el venazo de que la palabra ‘def’ había sido prostituida al ser aceptada en el diccionario inglés). En American Recordings empezó a trabajar con Johnny Cash y con él llegaron el éxito y los grammys. Tanto fue así que otras multinacionales quisieron que Rubin trabajase para ellas. De ahí que en 1991 iniciase una de sus relaciones fetiche con los Red Hot Chili Peppers, recién firmados con Warner Bros.
Este salto de trabajar para su propia discográfica a hacerlo también para otros sellos fue el verdadero impulso que la carrera de Rick Rubin como productor necesitaba. El éxito de su trabajo con la banda californiana fue rotundo, lo que le abrió las puertas a trabajar con quién le diese la gana. Su gran versatilidad, creatividad y conocimientos (de los que deja algunas pinceladas en su cuidada cuenta de Instagram, como te decía antes) le han permitido formar parte de proyectos tan dispares como podrían serlo el de Metallica y el de Shakira o Adele. Probablemente no haya en la historia de la música un hombre tan influyente como Rick Rubin. Suya es la responsabilidad de gran parte del sonido de tres décadas. Suyo el poder y la gloria. Amén
Hernández - Café y Cultura