Café 7. C. Tangana, TikTok y la romantización de lo rural.
Hace casi dos años, el 8 de Octubre del 2020, Antón Álvarez, más conocido por su a.k.a artístico C. Tangana, lanzaba ‘Demasiadas Mujeres’, el primer single que sentaba las bases de la estética que seguiría el disco de su vida.
‘El Madrileño’, nombre que le dio a su tercer trabajo largo como C. Tangana, lo catapultaría de una vez por todas al estrellato y lo coronaría como monarca del pop y el mainstream patrio. Dos años después de este lanzamiento, un éxito rotundo en las plataformas de streaming lo ha llevado a ser uno de los artistas más escuchados a nivel nacional, mientras que canciones como ‘Tu me dejaste de querer’ o ‘Ingobernable’ parecen haber nacido como clásicos instantáneos que no entienden de generaciones. A esto hay que sumarle el respaldo de una gira que ha recorrido España y Latinoamérica a ritmo de sold out, con una puesta en escena a la altura del proyecto musical que apuesta por la unión de lo tradicional y lo clásico con lo vanguardista y lo underground (underground, me refiero, para el público general). Ahora sí, podía decir aquello que parecía anticipar hace ya cuatro años cuando se victimizaba por ser el Kanye West ibérico y cantaba eso de «el rey soy yo». No obstante, ya tendremos tiempo de hablar de Pucho, ‘El Madrileño’, si molaba más cuando era Crema y un sinfín de temas que la trayectoria musical de Antón ha puesto, de forma muy deliberada, sobre la mesa.
Volvamos a ‘Demasiadas Mujeres’. En este tema C. Tangana samplea la ‘Campanera’ de Joselito, un tema que, irremediablemente, nos acerca a esa España rural, castiza y anacrónica que Santos Bacana, el director, pretende retratar en algunos momentos del videoclip de la canción. Hasta aquí todo correcto.
Sin embargo, a raíz de este nuevo revival del clásico de Joselito, miles de usuarios de TikTok han comenzado a utilizarlo para realizar videos de menos de un minuto en los que muestran escenas costumbristas de sus pueblos, romantizando la vida y el paisaje rural, así como a sus habitantes, esforzándose por transmitir la tranquilidad y sencillez de una vida que, para los que de verdad la viven, puede no resultar tan idílica.
No quiero que se me confunda. Lo bueno que ofrece TikTok es la inmensa libertad creativa con la que cuentan los creadores de contenido, y cualquier nuevo trend o vídeo que resalte la belleza de la España abandonada me parecerá siempre positivo y enriquecedor. El contrapunto, la parte que no considero tan positiva de todo esto, viene porque creo que tanto los creadores de este tipo de videos como los usuarios que comentan en los mismos tienden a una idealización excesiva de la vida rural.
La vida en el campo es dura. No es pasar el verano yendo a la piscina en bicicleta y jugando a las cartas. No es, siento decir, ese mantra que repiten y repiten algunos de conectar con la naturaleza y encontrarte a ti mismo. No es, tampoco, pasarte el día leyendo a Almudena Grandes a ‘la fresca’. La vida rural no es esto a no ser que seas el artista que, después de saborear las mieles del éxito, ha decidido retirarse al campo para apartarse de los focos y dedicarse a la vida contemplativa. También cabe la posibilidad de que seas un personaje protagonista de una película de Antena 3 de sobremesa y de producción franco-alemana. Entonces sí, para ti vivir en una casita rural es todo lo que he mencionado antes y más.
Como asumo que ninguno de nosotros nos hallamos en esta situación, creo que es importante conocer como es la vida, la real, el día a día de cientos y cientos de pueblos y aldeas que ven como muy pocos de sus habitantes están interesados en coger el relevo generacional y trabajar el campo. La precariedad de las telecomunicaciones, la incapacidad de dar acceso a servicios vitales básicos, la dificultad para el consumo de ocio y cultura dada una oferta de proximidad prácticamente nula, la ausencia de expectativas de futuro y la falta de inversión por parte de ayuntamientos que se sienten abandonados por los gobiernos centrales son solo algunos de los muchos problemas que conciernen a nuestros pueblos.
Si he reparado tanto al inicio en la figura de C. Tangana es porque creo que, en cierto modo, artistas como él tienen una gran parte de responsabilidad a la hora de permitir que se idealice un escenario que vive una crisis, entre muchas otras, de despoblación. Es evidente que en el último trabajo de Antón tenemos como trasfondo lo clásico, lo tradicional, lo costumbrista, lo cañí, la España imperecedera que parece agarrarse a otro tiempo, a otra época. Y esto está muy bien, si no fuese usado como un mero medio para conseguir un fin. Cuesta muy poco apropiarse de una estética para un proyecto o un videoclip, pero parece que cuesta mucho más esfuerzo ser honesto con la realidad del medio que estas retratando en tu trabajo.
De la vida en el campo sabe mucho @stockstomatoes, un tuitero de identidad desconocida que cambió la vida que tenía en Madrid por el campo. Os recomiendo encarecidamente seguirle porque, en mi opinión, muestra muy bien las dos caras de la vida rural. Por un lado enseña cómo, efectivamente, vive rodeado de paz y tranquilidad, sin responder ante nada ni nadie. Por el otro, no tiene reparos en señalar las adversidades diarias de la vida en el campo, el hecho de vivir con un ojo puesto en el cielo porque temes que el granizo arruine el trabajo de meses y meses. Porque, por si alguno lo dudaba, en el campo se vive todo el año. Se vive el otoño, el invierno, la primavera y, cómo no, el verano.
Hernández - Café y Cultura
🔗 Enlaces de interés:
📹 Videoclip ‘Demasiadas Mujeres’:
🎞️ Ejemplo de tiktoks a los que hago referencia:
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‘Demasiadas Mujeres’ por C. Tangana (2020)