Café 25. Aeropuertos, Brian Eno y su baraja de cartas.
Escribo esto a once mil metros de altura. Subido en un avión de cierta compañía lowcost en el que mis rodillas bailan muy pegadas (demasiado pegadas) con el asiento del de delante. Concretamente, un tipo rubio rollizo con la cara colorada que encuentra cierta diversión, por algún motivo que desconozco, en retorcerse en su asiento cada 5 minutos mientras da palmadas en la espalda a su también rubio y colorado amigo. Esto, desde luego, no es en absoluto divertido para mis estimadas rodillas. El motivo del viaje era encontrarme con mi amigo Tomás en Dublín, al que quizá conozcáis mejor por ser la cabeza pensante detrás de
y, por supuesto, el que me animó a empezar a escribir esta newsletter. Es curioso lo de Dublín. No deja de sorprenderme cómo una ciudad tan poco atractiva (quizá sea cosa mía, que no llevo nada bien el frío) ha conseguido convertirse en la meca de las grandes multinacionales como Facebook, Amazon o Google. No hace falta que me expliquéis el motivo, todos lo sabemos. Pero, joder,Las vueltas de los viajes son como un mal domingo: largas, aburridas y siempre te devuelven a la realidad, tu realidad. Es habitual que, si como yo has perdido vuelos con anterioridad, el día del regreso a casa te plantes en el aeropuerto horas antes de que tu avión despegue. Si a esto le sumas los habituales retrasos de cierta compañía ya referenciada anteriormente, el resultado no es otro que pasar más horas de las que a uno le gustarían en el aeropuerto. Aún así, he de decir que los aeropuertos me producen cierta fascinación . Lugares de paso, de tránsito de personas que vienen y van, que se quedan y se marchan. Lugares en los que no vive nadie (a no ser que seas Tom Hanks en 'La terminal', claro) pero que siempre tienen vida. Los aeropuertos parecen tener una banda sonora muy concreta ¿A qué suena un aeropuerto? Puede que lo fácil sea decir que a maletas traqueteando, a abrazos, a despedidas y demás cursiladas que son ya un auténtico cliché y que no voy a repetir. Sin embargo, no soy el único que se ha hecho esta pregunta. Si el otro día os hablaba de la genialidad de Rick Rubin (pincha aquí si se te pasó), hoy toca hablar de otro auténtico jefe final de la música, Brian Eno.
Fue hace exactamente 45 años, en 1978, cuando Brian Eno sacó el disco que parece dar respuesta a mi inocente pregunta. 'Ambient 1: Music For Airports' pretende de alguna forma encapsular la esencia de un universo a través de 4 ¿canciones? que en un total de 46 minutos pusieron los pilares de la música ambient tal y como la conocemos hoy en día. A pesar de que no podamos decir que Eno inventase el ambient (sería casi estúpido pensar en la creación de algo que ha existido desde siempre) este le dio cierto empujón al dotar al género de un contenido conceptual.
Te voy a dejar el enlace al disco aquí abajo. Me gustaría, si fuese posible, que lo escuchases (al menos una canción, venga) antes de continuar leyendo.
📀Brian Eno - Ambient 1: Music For Airports
🧠Oblique Strategies
Si todo esto de la música para aeropuertos y el ambient no es lo tuyo, te hablaré de una herramienta creada y utilizada por el propio Eno para acabar con el bloqueo creativo que han incorporado en sus procesos artísticos bandas como U2, R.E.M., Bob Dylan o Coldplay. Oblique Strategies no es otra cosa que una baraja de cartas. En esta baraja las cartas no tienen tréboles, ni bastos sino frases a cada cual más dispar. Las frases, recopiladas por Brian Eno y Peter Schmidt en 1975, van desde consejos espirituales y motivacionales, hasta técnicas de grabación muy concretas, así como ordenes directas que te obligan a cambiar el camino que estás siguiendo.
Esta baraja, como todas las barajas, tiene normas. Para empezar, las cartas deben cogerse completamente al azar, no puedes estar pasando cartas hasta que veas algo que te gusta. Por otro lado, Eno insiste en que hagas lo que te dice la carta por muy absurdo que te parezca. Luego eres libre de quedarte o no con el resultado pero debes seguir lo que te diga la carta hasta el final. Si una vez hecho esto no te gusta el resultado, puedes coger otra carta. Por último, para que las cartas funcionen adecuadamente, la baraja sólo puede utilizarse en tres momentos muy concretos:
1.- Cuándo tienes un bloqueo creativo y no sabes que hacer.
2.- Cuándo tienes un dilema entre varias opciones y no sabes que elegir.
3.- Cuándo no estás contento con el resultado que estás obteniendo.
Lo que estas cartas pretenden es deshacer un bloqueo que no siempre va a estar vinculado con un aspecto técnico. De ahí que la baraja tenga cartas con frases que en un principio no tienen sentido o no tienen que ver con tu proceso creativo como «Haz una lista exhaustiva de todo lo que podrías hacer y haz lo último de la lista» o «Recuerda esas tardes tranquilas.» En resumen, la idea de esta herramienta es la de romper una dinámica que no está funcionando, por lo que la baraja puede ser utilizada en cualquier situación en la que estés bloqueado, yendo más allá del aspecto meramente artístico.
Si te apetece echarle un vistazo a estas cartas tienes bastantes aplicaciones que simulan bastante bien el funcionamiento de la baraja. Te dejo aquí abajo una web para que veas un poco por dónde van los tiros:
Y hasta aquí este capítulo sobre Dublín, los aeropuertos, Brian Eno y su baraja de cartas mágicas. Voy a seleccionar al azar una carta de la baraja y con ello cerraremos la newsletter de esta semana. Gracias Brian Eno por darme contenido.
«¿Qué errores cometiste la última vez?»
Hernández - Café y Cultura